3 prácticas para hacer tu proyecto más inclusivo desde el inicio

Diseñar proyectos sociales y comunitarios con enfoque de inclusión y equidad es fundamental para impactar positivamente en más personas y reducir brechas de desigualdad. Aquí te compartimos tres prácticas clave para lograrlo desde el primer día.

1. Piensa en todas las mujeres, no solo en quienes ya forman parte

No pienses solo en quiénes integran tu proyecto: pregunta también por quienes quedan fuera.

Tener una perspectiva inclusiva implica considerar a mujeres rurales, migrantes, jóvenes y mayores en cada etapa de la iniciativa. La inclusión comienza cuando ampliamos el foco a quienes tradicionalmente no participan o no son visibilizadas. ¿Estás pensando en las mujeres, pero realmente estás incluyendo a todas?

2. Diseña con participación real y voces diversas

Involucra a mujeres de distintos perfiles en la toma de decisiones.

No se trata de incluirlas como tokens, sino de reconocer sus voces como vitales en el proceso de implementación y evaluación. La inclusión participativa es aquella en la que las decisiones clave se toman junto a quienes viven las realidades, enriqueciendo el proyecto y asegurando mayor relevancia y sostenibilidad.

3. Usa lenguaje y comunicación realmente inclusiva

Revisa tu lenguaje y comunicación.

Que sea inclusivo y representativo para todas las personas, lo que incluye tanto palabras como las imágenes que usas. Recuerda: las palabras crean mundos y pueden abrir puertas o cerrarlas. Utiliza un lenguaje que promueva apertura, igualdad y visibilidad de todas las identidades.

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